17 diciembre 2025 - 22:54
fuente: Iqna News
El rol del Istighfar en la atracción de la Misericordia Divina

Los efectos del Istighfar (la petición de perdón divino) no se limitan al perdón de los pecados, sino que también eliminan los obstáculos que impiden que las bendiciones y la misericordia de Dios lleguen al ser humano.

Uno de los efectos del Istighfar (la petición de perdón divino) es atraer la misericordia de Dios. El profeta Sálih (AS) advertía a su pueblo sobre el castigo divino, pero ellos respondían pidiendo que la punición prometida llegara de inmediato. Sálih respondió: «¡Oh pueblo mío! ¿Por qué os apresuráis a cometer el mal antes de hacer el bien? ¿No sería mejor pedir perdón a Dios para que Él tenga misericordia de vosotros?» (sura An-Naml, versículo 46). En otras palabras, ¿por qué invocar la aceleración del castigo en lugar de pedir perdón y recibir la misericordia divina?

Una forma de comprender el efecto de las acciones en los versículos del Corán es observar el inicio y el final de los propios versículos. En muchos casos, cuando se menciona el Istighfar al comienzo, al final se subraya no solo el perdón, sino también la misericordia divina:

«Luego avanzad desde donde avanzan los demás y pedid perdón a Alá. Ciertamente, Él es Perdonador y el más Misericordioso» (sura Al-Baqara, versículo 199).

«Y pedid perdón a Alá; en verdad, Alá es el Perdonador, el más Misericordioso» (sura An-Nisá, versículo 106).

La relación entre el perdón y la misericordia es clara: el pecado representa un velo que separa al ser humano de la misericordia divina. Cuando este velo se elimina mediante el Istighfar, la misericordia de Dios alcanza al creyente.

Para comprenderlo mejor, puede imaginarse el camino de la misericordia y de la providencia divina hacia el siervo como un corredor: el pecado y la desobediencia lo bloquean. El Istighfar, por tanto, no es solo el perdón de los pecados, sino también la eliminación de los obstáculos que impiden que las bendiciones y la misericordia lleguen al ser humano. Como afirma el Comandante de los Creyentes (el Imam Alí) en la súplica de Kumayl: «¡Oh Alá, perdóname los pecados que cambian las bendiciones; oh Alá, perdóname los pecados que cambian las bendiciones!».

Algunos versículos del Corán muestran que, después de pedir perdón, el ser humano experimenta la misericordia y la compasión de Dios:

«Quien comete un pecado o se perjudica a sí mismo y luego pide perdón a Dios, encontrará a Dios Perdonador y Misericordioso» (sura An-Nisá, versículo 110).

En otro versículo, la combinación entre el Istighfar del creyente y el del profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él y con su familia) se presenta como un factor que atrae la misericordia divina:

«No hemos enviado a ningún Mensajero sino para que fuera obedecido con el permiso de Dios. Si ellos se oprimen a sí mismos y acuden a ti (Muhammad) pidiendo perdón a Dios, y si el Mensajero pide perdón por ellos, encontrarán ciertamente a Dios Perdonador y Misericordioso» (sura An-Nisá, versículo 64).

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