Según la Agencia Internacional de Noticias Ahlul Bayt (ABNA), la sabiduría número 13 de Nahj al-Balagha es una enseñanza sobre el tema del “agradecimiento” (shukr). El Imam Alí (a.s.) en esta declaración dice: «إِذَا وَصَلَتْ إِلَیْکُمْ أَطْرَافُ النِّعَمِ، فَلَا تُنَفِّرُوا أَقْصَاهَا بِقِلَّةِ الشُّکْرِ. Cuando el comienzo de una bendición llegue a vosotros, no la interrumpáis con la falta de agradecimiento.»
Esta declaración fue citada antes de la compilación de Nahj al-Balagha por Sayyed Razi en el libro Al-Mi’ah Kalima; Cien palabras del Comandante de los Creyentes (a.s.), una obra conocida de Yahiz (fallecido en 255 H.Q.). Esta narración también aparece, con variaciones en la redacción, en varias fuentes narrativas chiítas y sunitas, como por ejemplo en Mayma’ al-Bayan de Tabarsi, Ghurar al-Hikam de Amidi, Sharh Usul al-Kafi de Mulla Muhammad Saleh Mazandarani, Tafsir Ruh al-Ma’ani de Alusi y Mustadrak al-Wasa’il de Haji Nuri.
El significado de esta declaración del Imam Alí (a.s.) se vuelve más claro cuando se presentan las etapas del agradecimiento. La primera etapa del agradecimiento es la satisfacción y gratitud interior por las bendiciones que Dios ha otorgado. Esta alegría y contento internos son el preludio de la segunda etapa del agradecimiento, que es la expresión verbal de gratitud hacia el Dador de las bendiciones. El ser humano debe saber que ninguna bendición le llega sin que Dios la haya concedido a través de un medio; por lo tanto, es necesario agradecer tanto a Dios como al medio que Él ha utilizado.
La tercera etapa del agradecimiento, que debe considerarse la más importante, es el agradecimiento práctico, en el cual el ser humano, reconociendo que las bendiciones recibidas provienen de Dios, utiliza y aprovecha esas bendiciones de acuerdo con las instrucciones y el modo que Dios ha establecido. En este caso, las bendiciones no se emplean en el camino del pecado y la desobediencia, sino en el camino de la complacencia de Dios, lo que las hace benditas y expansivas.
Si una persona, al percibir las “señales” de la concesión de una bendición o al recibir “una parte” de las bendiciones cuyos preliminares para su otorgamiento completo han sido preparados, presta atención y énfasis a las tres dimensiones del agradecimiento, sin duda habrá preparado el terreno para recibir la bendición en su totalidad. En este momento, el agradecimiento también puede ser el preludio para la continuidad de la bendición o para el otorgamiento de una nueva bendición, manteniendo las bendiciones previas. De esta manera, se establece la continuidad permanente de las bendiciones en la vida.
Algunos comentaristas de Nahj al-Balagha han ofrecido un ejemplo al respecto: las bendiciones son como un grupo de pájaros que, cuando algunos de ellos se posan en la rama de un árbol, gradualmente los demás los siguen; pero si el primer grupo escucha un sonido discordante o ve un movimiento inadecuado, huye, y los otros pájaros tampoco se acercarán a esa zona.
Al final de este texto, una frase del Imam Sayyad (a.s.), citada en la súplica 51, puede resumir lo expuesto: «إِلَهِی فَلَا تَحْرِمْنِی خَیرَ الْآخِرَةِ وَ الْأُولَی لِقِلَّةِ شُکرِی, Oh Dios mío, no me prives del bien del más allá y de este mundo por mi falta de agradecimiento.» La relación entre “el bien de este mundo y el más allá” y la “falta de agradecimiento” es un tema notable en esta frase, al que el Imam Alí (a.s.) también hace referencia en la sabiduría 13 de Nahj al-Balagha.
Sayyed Ali Asghar Hosseini / ABNA
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