Según informó la Agencia de Noticias Ahl al-Bayt (ABNA), la explosión ocurrió la mañana del lunes 9 de junio (20 de jordad) en una instalación de almacenamiento de municiones localizada en la zona compartida de la base de Kadena, dentro del pueblo de Yomitan, en la prefectura de Okinawa. El incidente se produjo mientras un equipo de las Fuerzas Terrestres de Autodefensa realizaba tareas de limpieza de óxido y reidentificación sobre un proyectil sin detonar previamente recuperado.
Las autoridades locales confirmaron que el almacén pertenece a una instalación gestionada por el gobierno de la prefectura y está destinada al almacenamiento temporal de municiones no detonadas. La explosión tuvo lugar alrededor de las 11:20 de la mañana, en un área adyacente a la base estadounidense, utilizada conjuntamente por Japón y EE.UU.
Los cuatro soldados heridos fueron trasladados a un hospital en el centro de la isla. Todos se encuentran conscientes y sus vidas no corren peligro. Según los informes, uno de ellos, un joven de unos veinte años, sufrió rasguños en el brazo derecho y en la mejilla izquierda; otro, de unos cuarenta años, presenta quemaduras en la mano izquierda.
Densoku Ishimine, alcalde de Yomitan, expresó su preocupación y declaró: “Esta explosión es un recordatorio más de los numerosos incidentes que hemos sufrido a lo largo de estos ochenta años debido a la presencia de bases militares en la región. Es un hecho lamentable.” También pidió a los residentes que mantengan la calma.
La policía local implementó restricciones de tráfico temporalmente para garantizar la seguridad en la zona. Aunque no se reportaron daños en viviendas cercanas, el suceso reavivó el debate sobre la continua presencia militar en Okinawa, una cuestión históricamente polémica entre los residentes, el gobierno central japonés y las fuerzas armadas estadounidenses.
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