Según reportó la Agencia de Noticias Ahlul-Bayt (ABNA), Hamid Reza Haji Babaei, vicepresidente del Parlamento iraní, hizo el anuncio durante una ceremonia en memoria del ayatolá Beheshtí y de otros funcionarios judiciales asesinados en 1981. El parlamentario subrayó que la reciente guerra de doce días forma parte de una hostilidad prolongada dirigida por Estados Unidos contra Irán, cuya raíz no se encuentra en el programa nuclear, sino en la negativa del pueblo iraní a someterse a la hegemonía estadounidense.
Haji Babaei afirmó que lo que verdaderamente teme Estados Unidos no es la energía atómica, sino “la civilización milenaria de Irán” y su independencia frente a los dictados de Occidente.
El político elogió a las fuerzas armadas iraníes y al liderazgo del Líder Supremo, asegurando que el pueblo iraní resistió con firmeza. "Cuanto más se intensifique la agresión enemiga, mayor será la respuesta popular", advirtió.
Recordó que al inicio del conflicto, los enemigos intentaron asesinar a altos mandos iraníes para desestabilizar la estructura de poder, en una estrategia que evocaba los asesinatos del presidente Mohammad Ali Rajaei y del propio Beheshtí en 1981.
Añadió que los adversarios buscan fragmentar Irán azuzando divisiones étnicas y religiosas, y cometen el error de creer que la mayoría del pueblo iraní respalda sus agendas externas.
El pasado 13 de junio, Israel lanzó una campaña militar de doce días contra Irán, atacando infraestructura militar, nuclear y civil. El 22 de junio, Estados Unidos se unió al conflicto con bombardeos a instalaciones nucleares en Natanz, Fordow e Isfahán.
Irán respondió con 22 oleadas de misiles bajo la operación “Promesa Verdadera III”, causando daños significativos en territorios ocupados por Israel.
El 24 de junio se declaró un alto el fuego que puso fin a las hostilidades.
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