23 agosto 2025 - 12:13
Respuesta contundente de Maduro a la amenaza militar de EE.UU.: Venezuela se alza contra la agresión

Nicolás Maduro, presidente legítimo de Venezuela, condenó el despliegue de buques de guerra estadounidenses cerca de las costas de su país como un “ataque terrorista, inmoral e ilegal” y, con la movilización de 4,5 millones de milicianos, reafirmó la defensa de la soberanía nacional frente a los intentos imperialistas de cambio de régimen.

Caracas - Según informó la Agencia de Noticias AhlulBayt (ABNA), Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, condenó enérgicamente el despliegue de tres destructores estadounidenses en aguas cercanas a su país, calificándolo como una acción “ilegal y un ataque terrorista militar”. Fuentes estadounidenses confirmaron que tres destructores de la clase “Aegis”, junto con la posible movilización de 4.000 marines, han sido enviados a aguas internacionales próximas a las costas venezolanas. Esta acción, justificada como una operación contra el narcotráfico, fue señalada por Maduro como un intento de “cambio de régimen” en Venezuela.

En un discurso dirigido a los parlamentarios venezolanos, Maduro enfatizó: “El cambio de régimen es la amenaza que Estados Unidos ha planteado contra Venezuela; una acción terrorista, inmoral, criminal e ilegal. Esto es una cuestión de paz, de derecho internacional, de América Latina y el Caribe. Quien agreda a un país de América Latina, en realidad ataca a todos los países”. Además, anunció la movilización de 4,5 millones de milicianos en todo el país y llamó a realizar marchas nacionales para repudiar las acciones de Washington.

El despliegue militar estadounidense, que incluye seis buques de guerra liderados por el navío multipropósito “Iwo Jima”, tres destructores lanzamisiles, dos submarinos de la clase Ohio y un avión espía P-8 Poseidon, se ha posicionado a menos de 200 millas náuticas de las costas venezolanas, cerca de la isla La Orchila. Según reportes, esta operación se completará con el despliegue de dos escuadrillas de aviones F-35 en bases en Puerto Rico, Aruba y Bonaire. Esta maniobra recuerda operaciones militares previas de Estados Unidos, como “Urgent Fury” en Granada (1983) y la invasión de Panamá para derrocar a Manuel Noriega (1989-1990).

El gobierno de Donald Trump asegura que el objetivo de este despliegue es combatir el narcotráfico. Sin embargo, dos semanas antes de esta acción, The New York Times informó que Trump emitió una directiva secreta para emplear la fuerza militar contra cárteles de drogas en América Latina, designándolos como organizaciones terroristas. Washington también ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por la captura de Maduro, acusándolo de liderar el supuesto “Cártel de los Soles”. Estas acusaciones, rechazadas por Maduro y sus seguidores, son consideradas una excusa para intensificar la presión sobre el gobierno legítimo de Venezuela.

Mientras tanto, la reducción de la ayuda humanitaria de Estados Unidos a Venezuela ha complicado aún más la situación. El Programa Mundial de Alimentos (PMA), que desde 2021 apoyaba a más de 9 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria en Venezuela, se ha visto obligado a reducir sus operaciones a la mitad debido a la disminución de fondos, principalmente por las políticas exteriores de la administración Trump. El programa ahora opera solo en cuatro estados: Delta Amacuro, Sucre, Zulia y Falcón, y los programas de alimentación escolar en estados como Trujillo y Barinas han sido suspendidos. Esto ocurre mientras 7,9 millones de venezolanos aún requieren asistencia humanitaria.

Las declaraciones beligerantes de políticos como el congresista Carlos Giménez, quien calificó a Maduro como un “bandido ilegítimo” y afirmó: “Nuestro mensaje a Maduro es: a las buenas o a las malas”, reflejan el enfoque hostil de Washington. Sin embargo, Maduro, destacando la resistencia del pueblo venezolano, describió estas acciones como parte de la “locura del imperio estadounidense” y afirmó: “Estamos como David frente a Goliat”.

William Serafino, analista político de la Universidad Central de Venezuela, considera que estas acciones buscan generar presión psicológica y desestabilización interna. Sin embargo, Mariano de Alba, experto en geopolítica, estima que una invasión directa es poco probable y ve este despliegue como una operación psicológica para aumentar la presión sobre el gobierno de Maduro. Incluso Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, aunque no reconoce a Maduro como legítimo, expresó preocupación por la presencia militar estadounidense en el Caribe Sur, subrayando que la lucha contra el crimen organizado debe basarse en la cooperación internacional, no en intervenciones unilaterales.

El gobierno de Maduro, con la movilización de la Milicia Bolivariana y un llamado a la unidad nacional, defiende la independencia y soberanía de Venezuela. Mientras tanto, las acciones unilaterales de Estados Unidos no solo amenazan la paz regional en América Latina, sino que, al reducir la ayuda humanitaria, han colocado al pueblo venezolano en una situación aún más precaria. Venezuela, bajo el liderazgo de Maduro, ha demostrado una vez más que no cederá ante las presiones externas y está preparada para defender sus derechos en el marco del derecho internacional.

Etiquetas

Su comentario

Usted está respondiendo
Indicio de comentario
captcha