Agencia Internacional de Noticias Ahlul Bayt (ABNA): El Comandante de los Creyentes, el Imam Alí (la paz sea con él), hace siglos en Nahj al-Balagha, proporcionó un marco para interacciones saludables entre los miembros de la familia, que está en sintonía con los hallazgos más recientes de la psicología familiar y educativa.
1. Componentes de las interacciones familiares saludables
En el «Sermón de los Piadosos», se presenta un conjunto de características conductuales que, si se trasladan al ámbito familiar, equivalen a las habilidades clave para la salud relacional: suavidad en el habla (بَعِیداً فُحْشُهُ، لَیِّناً قَوْلُهُ) y control de la ira (مَکْظُوماً غَیْظُهُ). Estos son los componentes centrales de la regulación emocional y la prevención de ciclos negativos en las interacciones familiares (Sermón 193).
2. Una mirada de igualdad en las relaciones conyugales
La Carta a Malik al-Ashtar es, en esencia, una directriz gubernamental, pero su lenguaje puede aplicarse perfectamente a la vida familiar. El Imam (la paz sea con él) dice: «Llena tu corazón de misericordia y no actúes como una fiera con tus subordinados, pues las personas son tus hermanos en la fe o tus iguales en la creación» (Carta 53).
La traducción familiar de estas palabras es clara: no se debe ver al cónyuge únicamente como un medio para satisfacer necesidades (sexuales, emocionales, económicas o sociales), sino como un ser humano independiente con su propia personalidad, voluntad y derechos iguales. Este enfoque es la base de la empatía, la seguridad emocional y la construcción de una identidad compartida en la vida matrimonial.
El Imam (la paz sea con él) también recomienda controlar la ira: «Calma tu alma evitando la precipitación y reprimiendo la ira hasta que se apacigüe, para que tengas el control de ti mismo» (Carta 53). Este consejo se asemeja a las estrategias actuales de terapia de pareja, como tomar distancia para calmarse, cambiar la perspectiva y centrarse en el problema en lugar de culpar al otro. El resultado práctico es que, en los desacuerdos, se debe «mantener el daño pequeño y el objetivo común grande».
3. La educación de los hijos: un terreno fértil y ventanas de crecimiento
La Carta educativa del Imam Alí (la paz sea con él) a su hijo, el Imam Hasan (la paz sea con él), tiene un enfoque profundamente psicológico. Él dice: «El corazón de un joven es como un terreno fértil que acepta cualquier semilla que se plante en él» (Carta 31). Esto significa que la educación debe ser como una siembra precisa y oportuna, antes de que los malos hábitos se arraiguen en el alma del niño. Esto coincide con lo que hoy en psicología se conoce como sensibilidad al tiempo de desarrollo e intervención temprana.
4. Interacciones de baja tensión y capital emocional
En las sabidurías de Nahj al-Balagha, se encuentra una hermosa regla para relaciones duraderas: «Trata a las personas de tal manera que, si mueres, lloren por ti, y si vives, deseen verte» (Hikmat 10).
Aplicado a la familia, este principio implica mantener el respeto y la bondad incluso en momentos de desacuerdo. El capital emocional de la vida matrimonial se construye a partir de pequeños momentos de buen trato y amabilidad. Esta perspectiva está alineada con los hallazgos de la psicología positiva: en la vida conyugal, cuando los comportamientos positivos como el respeto, el aprecio y la bondad abundan, la intensidad de los conflictos disminuye y la relación se vuelve más estable.
5. Empoderamiento y enfoque basado en fortalezas
El Imam Alí (la paz sea con él) dice: «El valor de cada persona reside en aquello que realiza bien» (Hikmat 81). Esta afirmación es la base del enfoque basado en fortalezas en la educación: en lugar de centrarse excesivamente en las debilidades, se deben identificar las fortalezas del niño y fomentarlas con retroalimentación precisa y medible. La identidad de competencia se forma a través de la repetición de experiencias de «éxito basado en habilidades». Este mismo principio se aplica a las relaciones conyugales: cuando los cónyuges construyen una narrativa positiva sobre las capacidades del otro y destacan sus comportamientos efectivos con detalles, la satisfacción matrimonial aumenta.
6. Justicia, división del trabajo y destino compartido
En su Carta a Uthmán ibn Hunayf, el Imam Alí (la paz sea con él) critica el estilo de vida elitista y el distanciamiento de la gente, enfatizando el principio del «destino compartido» (Carta 45). En el contexto familiar, esto se traduce en una división justa de recursos y responsabilidades. Si uno de los padres o cónyuges asume solo el rol de supervisor o crítico sin participar en las tareas del hogar, el cuidado o la gestión de crisis, se refuerza un ciclo de sufrimiento en la familia. La justicia distributiva tangible fomenta el sentimiento de trabajar en equipo dentro de la familia.
En la Carta 53, el Imam también enfatiza evitar la autocracia, consultar con personas sabias y aceptar retroalimentación, un modelo que hoy podría aplicarse en forma de un «consejo familiar semanal» y una toma de decisiones participativa en el hogar.
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