29 noviembre 2025 - 13:13
El respeto al otro: el tesoro perdido que puede sanar nuestras relaciones

Respetar a los demás no es solo una norma de cortesía; es un puente que une corazones y hace florecer el cariño. Este principio resulta imprescindible tanto en la sociedad como en el calor del hogar.

Agencia de Noticias AhlulBayt (ABNA): El respeto a los demás es uno de los principios más destacados en las enseñanzas del islam y, de modo especial, en las palabras de la AhlulBayt (PB). Este valor no solo fortalece los vínculos humanos, sino que genera paz y cercanía tanto en la familia como en la sociedad. En este artículo, apoyándonos en fuentes chiíes, exploramos cómo el respeto transforma las relaciones sociales y familiares.

El respeto: cimiento de toda relación humana

El respeto es uno de los valores esenciales que desempeñan un papel decisivo en la convivencia. Arraiga en la naturaleza profunda del ser humano y las enseñanzas religiosas lo presentan como un pilar fundamental. El Amir al-Mu’minin ʿAlí (P) afirma en Nahj al-Balagha: «Tratad a la gente como quisierais que os trataran» (1). Con esta frase nos muestra la belleza del respeto mutuo.

Cuando una sociedad se basa en el respeto, crecen la confianza y la unidad. Cada persona se siente valiosa y ese sentimiento impulsa comportamientos más nobles. En cambio, la falta de respeto abre la puerta a conflictos y heridas sociales.

En la vida diaria, un trato respetuoso con compañeros, amigos o desconocidos crea un ambiente sereno y luminoso. El Profeta Muhammad (la paz sea con él y su familia) dijo: «El mejor de vosotros es quien mejor se comporta con los demás» (2).

El respeto en la familia: columna de la intimidad y el amor

La familia es el primer lugar donde se aprende o se pierde el respeto. Desde la mirada del islam, honrarse mutuamente es la base para que florezcan la cercanía y el cariño. El Imam Sayyad (P) enseña en su Risalat al-Huquq: «El derecho del padre sobre el hijo es que lo honre y obedezca sus órdenes, salvo que impliquen desobediencia a Dios» (3).

Cuando los miembros de una familia se respetan, nace un hogar tranquilo y acogedor que favorece el crecimiento emocional y espiritual de los hijos. Respetar a padres, cónyuge e hijos revela madurez del alma y deja huellas imborrables de amor.

La falta de respeto, en cambio, erosiona la confianza y aleja corazones. Cuando padres o cónyuges se tratan sin consideración, ofrecen a los hijos un modelo que luego pueden repetir. Por eso, el respeto mutuo no solo trae paz al presente, sino que construye un legado hermoso para las generaciones futuras.

El respeto: puente entre la fe y la sociedad

Las enseñanzas del islam siempre han puesto el respeto en el centro. Para la AhlulBayt (PB), honrar al otro no es solo un deber ético, sino un acto de adoración. El Imam Sadiq (P) dijo: «Quien honra a su hermano creyente es como si hubiera honrado a Dios» (4).

El islam no limita el respeto a los musulmanes; exige honrar a toda la humanidad. El Sagrado Corán declara en la aleya 13 de la sura Al-Huyurat: «¡Oh, humanos! Os hemos creado de varón y hembra y os hemos hecho pueblos y tribus para que os reconozcáis unos a otros». Este versículo ilumina la importancia del reconocimiento y el respeto mutuo entre todos los seres humanos.

En una sociedad donde reina el respeto, los enfrentamientos se disipan y se abre paso al progreso verdadero. Por eso, respetar al otro no es solo un mandato religioso, sino una necesidad vital que nunca debemos olvidar.

Notas al pie:

  1. Nahj al-Balagha, Sabiduría 150.
  2. Bihar al-Anwar, vol. 71, p. 394.
  3. Risalat al-Huquq del Imam Sayyad (P), derecho del padre.
  4. Usul al-Kafi, vol. 2, p. 208.

Etiquetas

Su comentario

Usted está respondiendo
Indicio de comentario
captcha