Un tribunal israelí en la ciudad ocupada de Al-Quds (Jerusalén) anunció el lunes la aprobación de la expulsión de 27 familias palestinas del barrio de Batn al-Hawa, en Silwan, tras un largo litigio impulsado por la organización de colonos Ateret Cohanim, que reclama la propiedad de las tierras en nombre de un supuesto fideicomiso judío.
La decisión judicial, que se suma a una serie de medidas de confiscación de viviendas palestinas, fue denunciada por líderes comunitarios como Zuheir Rajabi, jefe del comité vecinal de Batn al-Hawa, quien declaró que “Israel busca borrar nuestra presencia y reemplazarla con colonos, pero esta es nuestra tierra y nunca la abandonaremos”.
Los casos resueltos incluyen el de la familia Abdel Fattah al-Rajabi, que afecta a dos apartamentos con dos familias y 16 personas, y el caso de Yaqoub y Nidal al-Rajabi y sus hermanos, que afecta a 11 apartamentos donde viven más de 100 palestinos.
Dos peticiones siguen pendientes ante el tribunal: la de Youssef al-Basbous, que cuenta con cuatro apartamentos con unas 20 personas, y la de Zuheir al-Rajabi, que afecta a siete apartamentos con aproximadamente 50 residentes.
La Gobernación de Al-Quds ocupada subrayó que las acciones llevadas a cabo por las autoridades de ocupación en la zona, a través de agentes de asociaciones sionistas y coloniales y sus tribunales discriminatorios, constituyen una grave violación del derecho internacional humanitario, en particular del Cuarto Convenio de Ginebra y el Estatuto de Roma. Afirmó que estas medidas representan una extensión de una política de limpieza étnica, tipificada como delito de desplazamiento forzoso, cuyo objetivo es vaciar la ciudad santa de su población originaria y reemplazarla por colonos.
Denunció asimismo que la denominada Ateret Cohanim se encuentra entre las organizaciones coloniales más peligrosas que operan en la ciudad de Al-Quds ocupada, y que durante décadas ha liderado planes para judaizar barrios palestinos, en particular en Silwan y la Ciudad Vieja, mediante la confiscación de propiedades palestinas por medios fraudulentos, con pretextos falsos y bajo la protección de un sistema judicial israelí parcial.
Batn al-Hawa es uno de los barrios más atacados de Silwan por las autoridades de ocupación y las organizaciones coloniales. Ubicado a unos 400 metros de la Mezquita de Al-Aqsa, alberga a aproximadamente 10 000 residentes palestinos.
La política de asentamientos ilegales, promovida por el régimen de Benjamín Netanyahu, ha alcanzado niveles récord en 2025, con la aprobación de nuevos puestos de colonos en distintas zonas de la Cisjordania ocupada. Estas medidas buscan consolidar la ocupación y fragmentar el territorio palestino, dificultando la creación de un Estado palestino independiente.
De acuerdo con la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), las políticas de ocupación israelí han provocado el desplazamiento forzado de casi 32 000 palestinos en Cisjordania durante 2025, tras la evacuación de campamentos como Yenín, Tulkarem y Nur Shams. La organización ha advertido que esta es la peor crisis de desplazamiento en Cisjordania desde 1967.
Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que más de 1000 palestinos han sido desplazados en Cisjordania solo en 2025 debido a demoliciones y violencia de colonos. Estas cifras reflejan el incremento de la política de expulsión y judaización de los territorios ocupados.
En paralelo, la UNRWA denunció que en la Franja de Gaza el régimen israelí ha obligado a 1,9 millones de palestinos —el 85 % de la población del enclave— a abandonar sus hogares desde noviembre de 2023, calificando la situación como “el mayor desplazamiento forzado desde 1948”.
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