Agencia de Noticias AhlulBayt (ABNA): Miles de palestinos emprendieron este viernes el regreso hacia las ruinas del norte de Gaza, horas después de que entrara en vigor el alto el fuego entre Israel y Hamás. Las carreteras Salah al-Din y Al-Rashid se llenaron de familias que, a pie o en vehículos improvisados, avanzan entre los escombros con la esperanza de hallar algún rastro de sus hogares destruidos tras dos años de asedio y bombardeos.
“Vivíamos en una escuela desde hace casi dos años; ahora volvemos a revisar lo que queda de nuestra casa”, relata Umm Mahmoud, una madre desplazada de la ciudad de Gaza. Como ella, decenas de miles de personas retornan sin garantías de refugio, agua o alimentos.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció su disposición a aumentar de forma inmediata la asistencia en toda la Franja. “Con acceso seguro y sostenible, podemos entregar pan, harina y paquetes alimentarios a 1,6 millones de personas en tres meses”, señaló la agencia. Actualmente se distribuyen más de 100.000 paquetes de pan fresco cada día.
De forma paralela, la ONU ha activado un plan de emergencia de 60 días para “frenar la hambruna” y estabilizar las condiciones mínimas de vida. La estrategia contempla la entrada de 600 camiones diarios con unas 170.000 toneladas de alimentos, medicinas y artículos esenciales, así como transferencias en efectivo a 200.000 familias para cubrir sus necesidades básicas. El plan incluye también la reapertura de escuelas y centros sanitarios devastados por los ataques.
“Debemos actuar con urgencia”, advirtió el subsecretario general de Asuntos Humanitarios, Tom Fletcher, quien subrayó que medio millón de personas padecen desnutrición severa y que el sistema sanitario “ha quedado hecho añicos”. Fletcher reclamó además garantías de seguridad y la apertura de más corredores humanitarios para permitir el ingreso semanal de casi dos millones de litros de combustible.
Una familia palestina se refugia bajos los escombros de su casa destruida en la ciudad de Beit Lahia, al norte de la Franja de Gaza en una imagen tomada en febrero de 2025. © Nour Alsaqqa/MSF
UNICEF, por su parte, alertó de un posible “aumento masivo en la mortalidad infantil” si la ayuda no llega pronto. “La situación es crítica; los niños tienen sus defensas comprometidas y sin apoyo nutricional podrían morir en cuestión de semanas”, advirtió su portavoz, Ricardo Pires.
La UNRWA, principal agencia humanitaria en el enclave, recordó que sigue sin comunicación con el Gobierno israelí desde hace meses. “Es imposible desplegar una operación a gran escala sin nuestra participación”, declaró su portavoz, Juliette Touma, insistiendo en que la organización cuenta con 12.000 empleados sobre el terreno y la confianza de las comunidades locales.
La ONU reconoce que la reconstrucción de Gaza llevará años, pero asegura que el alto el fuego ofrece una oportunidad “única y frágil” para aliviar el sufrimiento de la población civil. En palabras de Fletcher, “el tiempo corre en contra de los más vulnerables; Gaza necesita pan, combustible y esperanza antes de que sea demasiado tarde.”
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