23 noviembre 2025 - 02:06
fuente: UPAL
Trump proclama una paz inexistente: sin justicia para Palestina no habrá jamás estabilidad en Oriente Medio

En una muestra más de ignorancia política y descarada manipulación mediática, Donald Trump ha vuelto a proclamar “la llegada de la paz al Medio Oriente”. Sus palabras, repetidas con triunfalismo en ciertos círculos occidentales, pretenden vender una fantasía peligrosa: la idea de que la región puede estabilizarse mientras la herida palestina continúa abierta, sangrante y silenciada.

¿Acaso se le olvida —o finge olvidar— que sin resolver la cuestión palestina no existe ninguna posibilidad real de paz? Esta verdad histórica, moral y política ha sido reconocida durante décadas por organismos internacionales, académicos, mediadores y por los propios pueblos de la región. Pero no por Trump, cuya visión de Oriente Medio reduce todo a intereses de élites, acuerdos impuestos y normalizaciones artificiales entre regímenes y no entre pueblos. 

La llamada “paz” trumpista no es más que un espejismo construido sobre la injusticia. Fue así durante su primer mandato, cuando pretendió borrar Jerusalén, el Golán y los derechos palestinos de un plumazo. Y es así ahora, cuando insiste en presentar a Palestina como un obstáculo y no como la clave central para cualquier arreglo regional duradero. 

Trump puede anunciar mil veces que “llegó la paz”, pero su declaración no cambia la realidad: 
no hay paz con ocupación, no hay paz con colonias ilegales, no hay paz con bloqueo, no hay paz con limpieza étnica y no hay paz sin reconocer el derecho inalienable del pueblo palestino a la autodeterminación. 

Cada vez que un líder extranjero proclama el fin del conflicto ignorando la causa palestina, lo único que logra es prolongar la inestabilidad. Porque la paz verdadera no nace de pactos entre poderosos ni de discursos grandilocuentes, sino de la justicia, la equidad y la libertad de los pueblos. 

La historia lo ha demostrado una y otra vez: Oriente Medio no encontrará descanso mientras Palestina permanezca bajo ocupación y mientras millones de refugiados sigan esperando el retorno a sus hogares. 


UPAL reafirma que la paz auténtica solo llegará cuando el mundo deje de escuchar a quienes fabrican ilusiones y comience a atender la realidad. Y la realidad es contundente: 
sin resolver Palestina, no hay paz posible. 


Fuente: Editorial de la Unión Palestina de América Latina - UPAL.

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